¿Quién no conoce la historia de Noé y el diluvio? En realidad no es una historia es Palabra Sagrada, es la Palabra de Dios. Más cuando leemos este relato en Libro de Génesis ¿qué aprendemos? ¿Qué pensamos y qué decimos acerca de aquel evento asombroso? Muchos llevan la discusión al tamaño del arca y, sobre todo, los animales que subieron al arca. A los niños les encanta oír de animales y esta historia es fascinante para ellos, porque el texto habla de animales de toda clase. Pero ¿cuáles son las lecciones que todos, tanto niños como adultos, y como familia debemos aprender de ese evento?
Primero, debemos aprender que Dios aborrece y castiga el pecado. "El Señor vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda intención de los pensamientos de su corazón era sólo hacer siempre el mal... Y el Señor dijo: Borraré de la faz de la tierra al hombre que he creado" (Génesis 6:5). Se trivializa y se han contado muchas bromas acerca de Noé, el diluvio y el arca, pero ese evento no fue una broma, pues toda la humanidad completa -- con la excepción de Noé y su familia, solamente ocho personas -- perecieron. El diluvio es una parte de la actividad eterna de Dios y que nos recuerda que la ira en Dios existe pero esta no es como la nuestra, la nuestra es semejante a la de El y es limitada, la de Dios esta dirigida solamente hacia la impiedad, la injusticiael desamor,es decir contra lo malo o lo que se desajusta de su mano creadora y de su amor, y considerando su Omnipaciencia, tal acción provocada única y exclusivamente por los pecados del hombre, fue aquella una acción necesaria para la continuidad de la obra creada en esta tierra, vale decir para nuestro provecho actual.
Segundo, por el Diluvio aprendemos que Dios bendice a los que hacen su voluntad. "Mas Noé halló gracia ante los ojos del Señor... Y miró Dios a la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Entonces dijo Dios a Noé: He decidido para poner fin a toda carne, porque la tierra está llena de violencia por causa de ellos... Hazte un arca... Y así lo hizo Noé; conforme a todo lo que Dios le había mandado, así hizo" (Génesis 6:8-22).
Aprendemos que Noé era un hombre obediente y que la obediencia agrada a Dios, y que ella nos permite acceder a una relación directa con Dios, esto de acuerdo a su Voluntad y Sabiduría . El apóstol Pedro lo explica así: "no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, un predicador de justicia, con otros siete, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos" (2 Pedro 2:5). Dios siempre hace distinción entre los obedientes y los desobedientes.
Tercero, debemos aprender, y aquellos que amamos a Dios sin la menor duda ni miedo, que como "el mundo de entonces fue destruido, siendo inundado con agua", así también "los cielos y la tierra actuales están reservados por su palabra para el fuego, guardados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos" (2 Pedro 3:6, 7).
Por lo tanto, las bromas acerca de Noé y el Diluvio, están demás y consideremos seriamiento que ellas no son dictados del Espíritu Santo, nos es pertinente entender que como el diluvio fue un hecho literal, también será un hecho literal el fuego que destruirá "los cielos y tierra actuales". Esta advertencia es repetida por Pedro en el versículo 10: "Pero el día del Señor vendrá como ladrón, el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella, serán quemadas", en cortas palabras el Diluvio nos enseña que debemos estar "preparados".
Cuarto, confirmada la verdad de las escrituras acerca del Diluvio y la obediencia de Noé y su familia, ese mismo Espíritu Santo nos incita a aprender que "como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Pues así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que entró Noé en el arca, y no comprendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos; así será la venida del Hijo del Hombre" (Mateo 24:39-39).
Nuestro Señor Jesucristo no habló del diluvio como si fuera una fábula o leyenda de los israelitas, sino como un evento confirmado por su propia Palabra; por eso, si a alguno la caben dudas acerca del relato de Génesis, también ponen en duda la Palabra de Jesucristo El Mesías.
No dejemos pues, de aprender para nuestro provecho individual y el de nuestra familia las lecciones de la Palabra bíblica que Dios nos ha hecho llegar.
Por Noé y el Diluvio, recordemos que el pecado y la desobedencia tienen consecuencia, hoy por la Gracia de Dios tenemos para nuestra ayuda un Mediador y este es nuestro Señor Jesucristo, el precio que el pagó por niestros pecados fue Supremo, y que ello nos permite acceder a la Gracia, bajo la única condición de arrepentirnos,y tener Fe en la Palabra hecha carne, muerta y resucitada. Dios bendice a los obedientes, así como la tierra fue inundada, también será quemada, y esto no debe afectarnos para rebelión ni para soberbia ni para dudar del Amor del Padre por su obra, es vital aceptar que es parte del proceso creador y que este va adjunto a la existencia y quehacer eterno del Hombre.
Lo que nos resta hacer, después de comprender la lección que nos dejael Diluvio, Noé y su familia, es no repetir los hechos de aquellos contemporáneos de estas ocho personas obedientes.
Sí, nosotros no debemos pasar por lo de aquellos que vivían en aquel tiempo y que creyeron lo del diluvio hasta que este sobrevino.
Recordemos hoy en día es más la gente que duda de la venida de Cristo. Estas enseñanzas bíblicas con la intervención del Espíritu Santo, para aquellos que deseamos guardar la Palabra son la mejor ayuda para mantenernos aferrados a Ella.... ¡Alabado sea el nombre de Nuestro Señor Jesucristo! Amén
Lunes 14 de Noviembre
Extractado de la Predica de nuestro amado Pastor Esturdo De León.
Música:"¿Señor estas aquí?"....
No hay comentarios:
Publicar un comentario